Add parallel Print Page Options

No consideran en su corazón
que tengo memoria de toda su maldad.
Ahora los acorralan sus propias obras,
que están delante de mí.

»Con su maldad alegran al rey;
con sus mentiras, a los príncipes.
Todos ellos son adúlteros;
son como horno encendido,
que el hornero cesa de avivar
desde que se amasa la harina
hasta que se ha fermentado.

Read full chapter